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· 8 minutos de lectura

La COVID-19 y el futuro de las pruebas de función pulmonar

La COVID-19 está afectando al diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades respiratorias (como la EPOC) en los hospitales, ¿ha llegado el momento de dejar de realizar las PFP en los laboratorios?

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La versión original en inglés de este artículo se publicó originalmente en la revista RT Magazine el 1 de noviembre de 2020 - Consulte aquí la versión original.

La pandemia de la COVID-19 ha tenido un gran impacto en los sistemas sanitarios y ha provocado graves complicaciones, como el desbordamiento de los hospitales o el disfuncionamiento de los servicios sanitarios, además de multiplicar los riesgos, tanto para los pacientes como para el personal sanitario.

Tanto las instituciones sanitarias como los pacientes tratan de reducir las visitas al hospital a las estrictamente necesarias. No obstante, estas restricciones suponen un mayor riesgo para los pacientes con enfermedades respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), puesto que se ha limitado también el acceso a los laboratorios especializados en función pulmonar, lo cual supone un retraso en el diagnóstico y en el tratamiento de la enfermedad. Además, muchos pacientes con COVID-19 también necesitan acceder de manera sencilla y segura a las pruebas de seguimiento para supervisar su recuperación, lo cual supone una carga adicional para los laboratorios y plantea nuevas cuestiones sobre la seguridad y la viabilidad de estas pruebas.

Está claro que en las circunstancias actuales, la configuración de las PFP tradicionales —que suelen realizarse en laboratorios especializados en la función pulmonar integrados en los centros hospitalarios con equipos estáticos y de gran tamaño— carece de la flexibilidad necesaria para adaptarse a la situación actual, en constante evolución.

Visto de este modo, la crisis de la COVID-19 supone una oportunidad única para modificar la configuración de las PFP y plantearse si puede mejorarse. Una posible solución a la crisis actual sería extraer de los laboratorios los equipos para realizar las PFP y redistribuirlos a los puntos de atención, como los consultorios, las clínicas o a pie de cama. De este modo, podrían reiniciarse los servicios que se detuvieron debido a la pandemia y su uso, con medidas de seguridad reforzadas como filtros en línea, permitiría supervisar a los pacientes que se recuperan de la COVID-19 de manera sencilla y con total seguridad.

Los beneficios de trasladar los dispositivos de las PFP al punto de atención y su potencial para proporcionar un diagnóstico temprano de las enfermedades respiratorias no se limitan a la situación actual, lo cual nos lleva a cuestionarnos si ha llegado el momento de despedirse del laboratorio. En este artículo, repasaremos los métodos actuales para realizar las PFP y analizaremos la oportunidad que nos brinda la situación actual para replantear el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades respiratorias en un futuro.

¿Es el laboratorio la manera más rápida de obtener un diagnóstico?

Para dar respuesta a esta pregunta, veamos cómo se realiza una PFP para un caso de EPOC. Según la Organización Mundial de la Salud, la EPOC se cobra más de 3 millones de vidas al año1, lo cual supone el 6 % de las muertes mundiales y la convierte en la tercera causa de muerte en todo el mundo2. A pesar de estas alarmantes estadísticas, más del 50 % de casos de EPOC aún no han sido diagnosticados3.

Uno de los principales motivos que explican estas cifras es la dificultad para acceder a las pruebas. Son muy pocos los laboratorios que realizan pruebas de función pulmonar (incluso en los países desarrollados) y suelen estar bastante alejados entre sí. Además, a muchos pacientes solo les derivan al laboratorio cuando su enfermedad ya se encuentra en una fase avanzada, generalmente porque otras enfermedades concomitantes como cardiopatías, diabetes mellitus o hipertensión enmascaran los síntomas de la EPOC y hacen que sea difícil proporcionar un diagnóstico precoz.

Para obtener un diagnóstico de la EPOC, se realizan PFP completas en laboratorios especializados en función pulmonar. Estas pruebas incluyen pruebas de espirometría, evaluación de la capacidad de difusión de monóxido de carbono (DLCO) y volúmenes pulmonares absolutos. Los laboratorios suelen disponer de un sistema de pletismografía corporal. Se trata de un equipo estático y de gran tamaño que se utiliza principalmente para obtener los volúmenes pulmonares (imagen 1).

Paciente realizando una PFP en un pletismógrafo corporal

Imagen 1. Las PFP en los laboratorios especializados en la función pulmonar suelen realizarse en pletismógrafos corporales, unos equipos estáticos y de gran tamaño.

Aunque se considera que la espirometría es el método de referencia para el diagnóstico de la EPOC4, las pruebas de DLCO —que son una medida cuantitativa de la transferencia de los gases de los pulmones al flujo sanguíneo— han demostrado ser un parámetro sólido para la predicción de la supervivencia en pacientes con EPOC5

Así pues, las pruebas de DLCO suponen una parte esencial de las PFP para permitir a los profesionales sanitarios obtener un diagnóstico más preciso de la EPOC y, como consiguiente, proporcionar un mejor tratamiento y una atención centrada en el paciente, lo cual mejora la calidad de vida de estos pacientes.

A pesar de ello, tradicionalmente, las pruebas de DLCO solo podían realizarse en laboratorios especializados en la función pulmonar, que, como ya se ha comentado, son escasos y suelen recibir a los pacientes en estados más avanzados de la enfermedad, mientras que las pruebas de espirometría pueden realizarse fácilmente en los centros de atención primaria o de prevención de riesgos laborales. Por tanto, permitir el acceso a las PFP completas —incluidas las pruebas de DLCO— a los pacientes y a los profesionales sanitarios en los centros de atención primaria, tiene un enorme potencial, ya que se agilizaría la prestación de servicios sanitarios, podrían proporcionarse más diagnósticos tempranos y, sobre todo, se mejoraría la evolución de los pacientes.

Ha llegado el momento de incluir las PFP el punto de atención

La pandemia de la COVID-19 ha incrementado la necesidad de realizar pruebas de PFP completas —incluidas las pruebas de DLCO— de forma rápida y precisa fuera del entorno hospitalario y las ventajas de trasladar las PFP al punto de atención resultan evidentes. Realizar las PFP en el punto de atención no solo reduciría drásticamente el número de visitas al hospital, sino que también salvaría vidas, ya que permitiría diagnosticar la EPOC en fases más tempranas. Esto permitiría identificar a las personas con mayor riesgo de contraer la COVID-19 y se podrían aplicar rápidamente las medidas de protección necesarias.

Por suerte, poner en práctica las pruebas de PFP en el punto de atención debería ser relativamente sencillo, ya que la tecnología necesaria ya está disponible. La línea de productos EasyOne de ndd Medical Technologies —una nueva generación de dispositivos para la realización de PFP compactos, extremadamente precisos, totalmente automatizados y sin necesidad de mantenimiento—, ha sido diseñada específicamente para dar respuesta a esta necesidad. Estos sistemas han sido diseñados conforme a los estándares de la American Thoracic Society (ATS) y la European Respiratory Society (ERS) y las normativas específicas de cada país, y permiten sustituir el pletismógrafo corporal tradicional por una solución fiable y portátil para realizar todas las PFP: DLCO, espirometría, volúmenes pulmonares, lavado mediante respiraciones múltiples (MBW) o índice de aclaramiento pulmonar (LCI) (imagen 2). Este tipo de dispositivos han sido diseñados para obtener unos resultados fiables, estables y precisos de las pruebas de función pulmonar de manera más sencilla.

Paciente realizando una prueba de PFP con el dispositivo EasyOne Pro LAB

imagen 2. La línea de productos EasyOne de ndd Medical Technologies está compuesta por dispositivos compactos y precisos, totalmente automatizados y que no requieren ningún tipo de mantenimiento. Su tamaño compacto y su portabilidad permiten realizar PFP completas en casi cualquier lugar, ya sea en el consultorio o en un punto de atención móvil.

Además de suponer un cambio en el diagnóstico de la EPOC y en el tratamiento de la enfermedad, poder realizar las PFP en el punto de atención será también un punto clave para supervisar la recuperación de los pacientes de COVID-19. En algunos informes, como los del Johns Hopkins Medicine, se indica que los pacientes que logran recuperarse de la COVID-19 pueden presentar problemas de salud y de función pulmonar a largo plazo6. Por ello, el papel de las PFP en el punto de atención será esencial para guiar a los pacientes durante su recuperación. Los sistemas EasyOne mencionados anteriormente no solo son dispositivos de PFP portátiles, sino que, además, presentan un diseño único para evitar la contaminación cruzada, ya que la respiración del paciente no entra en contacto directo con los sensores del dispositivo. Asimismo, las soluciones de filtro en línea proporcionan una doble protección frente a la COVID-19, tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios.

Estos dispositivos portátiles de PFP serán herramientas clave para adaptamos al mundo después de la COVID-19 y dar respuesta a la creciente incidencia de la EPOC y de otras enfermedades concomitantes, ya que permitirán adoptar una forma de trabajo más accesible y flexible, sin sacrificar la precisión y la fiabilidad de los resultados de las PFP. Estos cambios permitirán obtener diagnósticos más rápidos y precisos, y mejorarán la calidad de la atención y la evolución de los pacientes, además de reducir los costes del sistema sanitario. Los dispositivos portátiles para la realización de PFP ya están disponibles, así que, quizá, ha llegado el momento de liberarse de los inconvenientes que imponen los laboratorios y ver más allá del pletismógrafo corporal.


  1. www.who.int/health-topics/chronic-respiratory-diseases#tab=tab_2 ↩︎

  2. Quaderi SA, Hurst JR. The unmet global burden of COPD. Glob Health Epidemiol Genom. 2018; 3: e4 ↩︎

  3. Tilert T et al. Prevalence and factors associated with self-reported chronic obstructive pulmonary disease among adults aged 40-79: the National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) 2007–2012. EC Pulmonol Respir Med. 2018; 7(9): 650–662. ↩︎

  4. https://goldcopd.org/gold-spirometry-guide/ ↩︎

  5. Boutou AK et al. Lung function indices for predicting mortality in COPD. European Respiratory Journal 2013 42: 616-625. ↩︎

  6. www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/coronavirus/what-coronavirus-does-to-the-lungs ↩︎


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