Lo que dicen los expertos en PFP
20 ene. 2022· 7 minutos de lectura

Las pruebas de función pulmonar en el punto de atención: ahora más importante que nunca

Clinician caring for patient
Actualmente, los centros de atención sanitaria y los consultorios privados pueden realizar las pruebas de función pulmonar directamente en el punto de atención, lo cual supone un ahorro de tiempo considerable y mejora la eficacia de la atención proporcionada.

La pandemia de la COVID-19 sigue azotando al mundo. A lo largo de su evolución, se ha hablado mucho de la escasez de camas en los hospitales. A medida que los casos de COVID-19 siguen añadiendo presión a los sistemas hospitalarios de todo el mundo, se escuchan cientos de cifras sobre el número de camas disponibles en la UCI, el número de camas disponibles en urgencias, el número de camas disponibles en planta, etc. Aunque se trata de cifras esenciales para entender el espacio físico disponible para seguir aceptando pacientes, el número de camas únicamente cuenta una parte de la historia. Al fin y al cabo, un paciente, una vez instalado en una cama del hospital, necesita que alguien se ocupe de él. Durante una pandemia como la actual, los profesionales más adecuados para atender a los pacientes, proporcionarles oxigenoterapia, medicamentos en forma de aerosoles o un respirador son los fisioterapeutas respiratorios.

La escasez de profesionales en el ámbito de la neumología

Antes de la pandemia de la COVID-19 ya se avistaba una escasez de profesionales en el sector. Según una encuesta realizada por la American Association for Respiratory Care (AARC) a distintos expertos en la materia, casi un 90 % de los encuestados consideraba que existía o se avecinaba una escasez de fisioterapeutas respiratorios.* En esta misma encuesta, los participantes consideraban que uno de los factores que más influía en esta escasez era la creciente necesidad de realizar diagnósticos de enfermedades pulmonares de calidad a lo largo de todo el proceso de atención. La pandemia de la COVID-19 no ha hecho más que exacerbar estos problemas. Los fisioterapeutas respiratorios no han salido indemnes de la sensación de agotamiento general que está sufriendo el sistema sanitario. Además, debido al amenazador pronóstico de la COVID persistente, las pruebas de función pulmonar son ahora más importantes que nunca.

La 'tormenta perfecta' 

Podría pensarse que todo lo anterior no tiene ningún tipo de repercusión en el ámbito ambulatorio, pero la combinación de estos problemas ha acabado dando lugar a «la tormenta perfecta» y sus efectos van más allá de las paredes del hospital. Ya hemos mencionado, en varias ocasiones, que es posible realizar con total seguridad pruebas de función pulmonar en distintos entornos. La llegada de las variantes del SARS-CoV-2 delta y ómicron no han cambiado nada al respecto; no obstante, con el aumento de casos, los laboratorios especializados en pruebas de función pulmonar se enfrentan al mismo desafío que los responsables de ingresos hospitalarios y quienes gestionan la disponibilidad de camas: no tienen suficiente personal. Debido al aumento de la demanda de fisioterapeutas respiratorios, muchos sistemas sanitarios integrados han tenido que reubicar a estos profesionales (y sus habilidades irremplazables) y los han desplazado de sus puestos en los servicios ambulatorios –como la rehabilitación pulmonar o el diagnóstico– a la atención a pie de cama de los casos más graves. Esta situación ya se produjo al inicio de la pandemia, pero, por desgracia, parece que la historia se repite y vuelve a ser necesario reubicar a estos profesionales. Esto puede provocar más retrasos en la realización de las pruebas, justo ahora que los laboratorios especializados en PFP empezaban a ver la luz al final del túnel y a recuperarse de todo el retraso que habían acumulado desde mediados de 2020.

Pruebas de función pulmonar en el punto de atención 

Pero no todo está perdido. Ya no es necesario acudir a un centro especializado ni a un hospital para poder acceder a pruebas de función pulmonar. Actualmente, los centros de atención sanitaria y los consultorios privados pueden realizar las pruebas de función pulmonar directamente en el punto de atención, lo cual supone un ahorro de tiempo considerable y mejora la eficacia de la atención proporcionada. Aunque lo ideal sería contar con una persona especializada en la función pulmonar, los equipos de PFP actuales son bastante intuitivos y prácticamente cualquier miembro del personal puede recibir la formación necesaria para llevar a cabo las operaciones básicas. Por ejemplo, el espirómetro portátil EasyOne® Air presenta una pantalla integrada, con indicaciones visuales y de audio y distintos estándares de interpretación que se integran a la perfección en los sistemas de historias clínicas de cualquier consultorio. Además, al conectar el dispositivo EasyOne Air a un ordenador, puede accederse a distintas pantallas de incentivos animados que proporcionan información inmediata sobre el esfuerzo y la técnica, tanto para el profesional encargado de realizar la prueba, como para el paciente. Las interpretaciones iniciales se basan en los algoritmos de la American Thoracic Society y la European Respiratory Society, lo cual es un contexto seguro para tomar con rapidez decisiones terapéuticas informadas. La línea completa de dispositivos EasyOne se ha diseñado para garantizar la seguridad y la facilidad de uso, con tecnología TrueFlow™ integrada (que elimina la necesidad de realizar tediosos procesos de calibración) y filtros bacterianos/víricos para proteger tanto al personal como a sus pacientes.

La seguridad es otra de las grandes ventajas de las pruebas de función pulmonar en el punto de atención. Lamentablemente, muchos pacientes con afecciones respiratorias crónicas solo logran acceder a las pruebas de función pulmonar relativamente tarde en la progresión de su enfermedad. Esto significa que tienen más riesgo de contraer infecciones pulmonares, entre otras, la COVID-19. A pesar de las precauciones que toman la mayoría de laboratorios de PFP, la medida más inteligente para reducir el riesgo es minimizar las posibles exposiciones al virus, lo cual implica reducir el número de lugares que visitan los pacientes. Los dispositivos como los de la línea EasyOne reducen el riesgo de posibles exposiciones, ya que se basan en un enfoque centrado en un único lugar. Las pruebas de función pulmonar en el punto de atención suelen facilitar la logística y la organización de las citas de sus pacientes, ya que no necesitan realizar trayectos adicionales (otro posible foco de infección), ni solicitar tiempo en el trabajo o encontrar otro centro con citas disponibles.  

Asimismo, las pruebas de función pulmonar en el punto de atención facilitan el día a día los profesionales sanitarios. Las historias médicas electrónicas vaticinaban una era de comunicación e interconectividad sencilla, pero, lamentablemente, la realidad no ha sabido estar a la altura de este ideal. Es cierto que existen clínicas o consultorios afiliados que pueden (por lo general) compartir las historias de sus pacientes fácilmente, pero, ¿qué sucede con los centros o consultorios independientes?, ¿qué pasa con los centros de las zonas rurales, que, por lo general, siguen trabajando con papel y fax? Las interferencias en la comunicación en estos distintos entornos pueden retrasar, aún más si cabe, la emisión de un diagnóstico adecuado, lo cual impide a los pacientes acceder a tratamientos que podrían cambiar por completo su calidad de vida. No obstante, con las pruebas en el punto de atención, los profesionales pueden obtener los resultados prácticamente al instante, por lo que sus pacientes pueden acceder a los tratamientos más adaptados a su afección lo antes posible. Además, añadir un servicio de pruebas a un centro o consultorio puede suponer una fuente de ingresos adicional, con una inversión relativamente baja y un reembolso considerable por parte de Medicare y otras mutuales.

¿Y ahora qué? 

Los sistemas sanitarios de todo el mundo se han ido adaptando constantemente desde el inicio de la pandemia de la COVID-19. Algunos de los cambios se deben a los desafíos que ha implicado el virus, pero otros se han producido, sencillamente, porque la pandemia ha permitido ver las deficiencias y las barreras que llevan años afectando al sector sanitario. La inclusión de las pruebas de función pulmonar en el punto de atención forma parte del segundo tipo de cambios, que se ha visto acelerado por las necesidad, ahora más apremiante que nunca, de conocer rápidamente el estado pulmonar de un paciente (sin tener que enfrentarse a los problemas de comunicación o que el paciente se pierda para el seguimiento). La necesidad de realizar pruebas de función pulmonar en el punto de atención seguirá aumentando tras la pandemia de la COVID-19, independientemente del número de variantes del virus que aparezcan. Ya sea para aliviar la presión que recae sobre el personal, para facilitar el proceso a los pacientes, o sencillamente, para facilitar una decisión clínica, las pruebas de función pulmonar en el punto de atención son, claramente, una estrategia que vale la pena adoptar.

Michael Hess
Michael Hess
BS, RRT, RPFT
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