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Pruebas de función pulmonar para pacientes recuperados de la COVID-19

Doctor speaking to recovered COVID-19 patient
La COVID-19 sigue siendo una enfermedad relativamente reciente, por lo que es necesario seguir investigando para descubrir si provoca daños pulmonares permanentes. Las pruebas de función pulmonar son esenciales para avanzar en esta línea.
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Aunque muchos pacientes se recuperan por completo de la COVID-19, algunos padecen lo que se conoce como COVID persistente, con síntomas que se prolongan a lo largo del tiempo, como, entre otros, un deterioro de la función pulmonar. La COVID-19 sigue siendo una enfermedad relativamente reciente, por lo que es necesario seguir investigando para descubrir si provoca daños pulmonares permanentes. Las pruebas de función pulmonar son esenciales para avanzar en esta línea.

¿Qué daños pulmonares provoca la COVID-19?

La COVID-19 puede provocar enfermedades pulmonares como neumonía, bronquitis o síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

La enfermedad de la COVID-19 podría dividirse en tres fases. La primera empieza en la nariz; es durante esta fase cuando las personas asintomáticas pueden transmitir el virus. La segunda fase transcurre en los bronquios y bronquiolos y, a medida que la enfermedad se adentra en los pulmones, el virus afecta también a las células ciliadas del aparato respiratorio. En este momento es cuando se produce una respuesta inmunitaria más importante, que es lo que provoca la sensación de malestar.

Cuando la enfermedad avanza hasta la tercera fase, afecta a las células alveolares y el paciente enferma gravemente. Es en esta etapa cuando existe un mayor riesgo de mortalidad. Las células alveolares se encargan del intercambio de gases y de fabricar y segregar surfactante pulmonar. Al principio, la disfunción alveolar provoca hipoxia. No obstante, a largo plazo, puede llegar a provocar SDRA, un tipo de insuficiencia pulmonar que requiere el uso de ventilación mecánica.

Algunos de los pacientes con COVID-19 grave hospitalizados se recuperan, pero muchos de ellos siguen sufriendo daños pulmonares a largo plazo.

Disminución de la función pulmonar a largo plazo en los pacientes tras la COVID-19

En un estudio llevado a cabo en un departamento de medicina interna en Los Ángeles se observó que los pacientes que superaban la COVID-19 perdían funcionalidad del parénquima pulmonar y los alvéolos. En el estudio se incluyó a 15 pacientes a quienes habían diagnosticado COVID-19 en los 15 meses previos al inicio del estudio. Ninguno de los pacientes tuvo que someterse a oxigenoterapia y todos ellos realizaron las pruebas de función pulmonar con el dispositivo portátil EasyOne Pro en la consulta. Ocho de los 15 pacientes obtuvieron resultados anómalos en las radiografías de tórax.

En el estudio se llegó a la conclusión de que todos los pacientes con resultados anómalos en las radiografías de tórax presentaban una disminución de la capacidad pulmonar un año después de haberse recuperado de la COVID-19. Además, en el estudio se observó que, de estos pacientes:

Los pacientes en fase de recuperación que habían obtenido resultados normales en las radiografías de tórax también mostraban una disminución en la función pulmonar.

Según los resultados del estudio, tanto los pacientes con resultados normales como quienes obtuvieron resultados anómalos en las radiografías de tórax, presentaron una pérdida de funcionalidad de los alvéolos y el parénquima pulmonar. Estos resultados coinciden con los informes de autopsia en los que se observan trombosis capilar-alveolar, infiltrado inflamatorio intraalveolar o infiltración de la submucosa traqueal. Asimismo, la menor capacidad de difusión pulmonar del monóxido de carbono (DLCO) en los pacientes ambulatorios se corresponde con los resultados de los informes de los pacientes hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos.

Está claro que este estudio muestra una disminución en la función pulmonar de los pacientes que han superado la COVID-19, pero es necesario seguir investigando para determinar si esta enfermedad provoca daños pulmonares permanentes.

Pruebas de función pulmonar para los pacientes recuperados de la COVID-19

La COVID-19 es una enfermedad que afecta al aparato respiratorio y, tal como demuestra el estudio precedente, las radiografías de tórax resultan insuficientes por si solas para el estudio de la enfermedad. Las pruebas de función pulmonar permiten controlar el volumen pulmonar, el intercambio de gases y el flujo aéreo, por lo que resultan esenciales para supervisar la función pulmonar de los pacientes en fase de recuperación de la COVID-19.

EasyOne Pro para las pruebas de espirometría y pruebas de DLCO

El dispositivo EasyOne Pro para realizar las PFP completas ayuda a los profesionales sanitarios a obtener resultados de estas pruebas de manera eficiente. Se trata de un dispositivo portátil y duradero que ofrece resultados de manera inmediata. De este modo, los profesionales sanitarios pueden supervisar a largo plazo el daño pulmonar de sus pacientes tras la COVID-19.

Realizar PFP en pacientes que se han recuperado de la COVID-19 permite determinar cuánto tiempo tardarán en recuperarse por completo o si el daño pulmonar será permanente, lo cual permite a los profesionales sanitarios obtener información y proporcionar la mejor atención sanitaria a sus pacientes.

 

 

Fuentes de las declaraciones médicas del artículo:


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