Presentamos a Buddy, el asistente virtual para las pruebas de espirometría
ndd Medical Technologies
· 6 minutos de lectura

¿Cómo afecta el vapeo a función pulmonar?

Compartir
LinkedIn Facebook X
Tabla de contenido

Información general sobre los cigarrillos electrónicos o vapeadores

El 17 de agosto de 1965, la oficina de patentes de los Estados Unidos concedió a Herbert A. Gilbert la patente del primer cigarrillo electrónico sin humo. En la solicitud de patente, los cigarrillos sin humo, que funcionaban mediante el uso de arie caliente, húmedo y aromatizado, se presentaban como una alternativa «segura e inofensiva» al tabaco. En 2003, un farmacéutico chino patentó el primer cigarrillo electrónico con atomizador y, a mediados de los años 2000, los cigarrillos electrónicos empezaron a comercializarse en el mercado estadounidense.

Los cigarrillos electrónicos actuales, también conocidos como vapeadores, e-cigs, vápers, pods, JUULs y otros muchos nombres, son un sistema electrónico de suministro de nicotina (ENDS). Estos dispositivos cuentan con una batería de litio y unos cartuchos llenos de líquidos o «sabores» para vapear. El líquido se calienta hasta convertirse en un aerosol inhalable. Aunque no contienen tabaco, el líquido de los vapeadores suele estar compuesto por nicotina, aromas artificiales y distintas sustancias químicas tóxicas.

A pesar de los productos tóxicos que contienen los vapeadores, la mayoría de usuarios los consideran una alternativa menos dañina que el cigarrillo tradicional y los utilizan como una herramienta para dejar de fumar.

El vapeo entre los jóvenes

El uso de cigarrillos electrónicos entre adultos y adolescentes empezó a aumentar en 2010, a partir de la generalización de la publicidad de estos dispositivos en la televisión y las redes sociales. En 2013, aproximadamente 13,1 millones de estudiantes de secundaria y bachillerato habían utilizado un cigarrillo electrónico. En 2019, el 25 % de estudiantes de último año de secundaria en los Estados Unidos vapeaba. En 2022, un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, reveló que 2,55 millones de estudiantes de secundaria y bachillerato habían vapeado al menos una vez en los 30 días previos a la encuesta.

Es imposible saber si estos adolescentes habrían empezado a fumar cigarrillos convencionales en lugar de vapear si los cigarrillos electrónicos no hubiesen estado disponibles. No obstante, hay varios motivos que convierten a los vapeadores en una opción más atractiva para los jóvenes que los cigarrillos tradicionales. Entre los motivos, los jóvenes citaron en un estudio, la curiosidad, el uso entre los amigos, el bajo coste y la percepción de los cigarrillos electrónicos como una versión más saludable que los cigarrillos tradicionales.

Puesto que la mayoría de usuarios de cigarrillos electrónicos son adultos jóvenes, la American Lung Association ha solicitado en reiteradas ocasiones a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) que aumente la supervisión de los cigarrillos electrónicos y otros productos relacionados, con el objetivo de reducir el riesgo, cada vez mayor, de que otra generación sufra las enfermedades provocadas por el tabaquismo.

Lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo (EVALI)

En 2019, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos empezaron a investigar casos de pacientes jóvenes con síntomas respiratorios como dificultad para respirar, dolor en el pecho y tos. El único factor común entre todos los pacientes con estos síntomas era el uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo durante los tres meses anteriores al estudio. En total, se registraron 2807 casos de esta enfermedad pulmonar idiopática aguda que afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes sanos, 68 de los cuales fallecieron. La enfermedad pasó a conocerse como lesión pulmonar asociada al uso del cigarrillo electrónico o productos de vapeo (EVALI, por las siglas en inglés).

Los pacientes con EVALI presentaban síntomas respiratorios graves y en las radiografías podían observarse infiltrados pulmonares. Los pacientes afirmaron haber utilizado cigarrillos electrónicos con líquidos que contenían acetato de vitamina E y tetrahidrocanabinol (THC). Una vez identificados estos dos factores como la fuente principal de EVALI, se envió un mensaje de alerta de salud pública y los casos de EVALI comenzaron a disminuir. La investigación y registro de casos por parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos se detuvo en 2020 debido al descenso de los casos de EVALI y al inicio de la pandemia de COVID-19. Lamentablemente, al identificarse el acetato de vitamina E como el agente causal más probable de EVALI, sigue habiendo un retraso importante en la regulación necesaria de otras sustancias químicas y tóxicas que también podrían ser causantes de las lesiones pulmonares provocadas por el vapeo.

Antes de la aparición de EVALI en 2019, apenas se encontraban publicaciones sobre las lesiones pulmonares relacionadas con los productos de vapeo. Cuando comenzaron a disminuir los casos de EVALI, gran parte de la comunidad científica dejó de lado el estudio de las lesiones pulmonares provocadas por los productos de vapeo, pero sigue habiendo profesionales médicos, científicos y de salud pública que buscan respuestas sobre los efectos a largo plazo y los distintos mecanismos de lesiones que provocan estos productos en el sistema respiratorio.

Los aerosoles de los productos de vapeo

Los efectos inflamatorios de los aerosoles utilizados en los sistemas de vapeo provocan una mayor resistencia de las vías respiratorias, inflamación y edema con acumulación de partículas ultrafinas y metales pesados en las vías respiratorias. Aunque varias de las sustancias nocivas de los aerosoles para vapear no se encuentran en los líquidos para vapear, parece que al calentar estos aromas para vapear se generan nuevos compuestos en los aerosoles.

Los compuestos de los aerosoles también afectan a las defensas antibacterianas y antivíricas de los pulmones, lo cual provoca un descenso de la inmunidad natural y de la respuesta a las infecciones, y causa estrés oxidativo en los pulmones y daños en el ADN, y ralentiza su reparación.

Por desgracia, debido a la gran cantidad de soluciones de vapeo disponibles actualmente en el mercado, resulta extremadamente difícil establecer cuáles son los elementos de las distintas soluciones de vapeo más perjudiciales para los pulmones.

Investigaciones sobre los productos de vapeo y cómo afectan a los pulmones

Pueden pasar décadas antes de que los fumadores de cigarrillos convencionales padezcan EPOC y muchas personas no presentan síntomas hasta pasados los 40 años. Actualmente, los efectos a largo plazo del vapeo apenas son visibles, ya que se trata de un tipo de tabaquismo relativamente nuevo.

Por ello, es necesario seguir investigando para entender los efectos reales del vapeo para la salud respiratoria y la función pulmonar. Sin embargo, para poder identificar todos los factores que podrían ser perjudiciales para la salud es necesario superar distintos obstáculos, entre otros, conocer las diferencias de los distintos vapeadores, como los cigarrillos electrónicos de cuarta generación que producen un aerosol a alta potencia que podría provocar lesiones en las vías respiratorias e hipoxia, además de la exposición al formaldehído. Además, la gran variedad de líquidos para vapear disponibles, y la cantidad de sustancias que contienen suponen también un obstáculo, ya que hay fabricantes que aseguran que sus aromas para vapear son tan seguros como los aditivos alimentarios, pero se dispone de muy poca información sobre el efecto a largo plazo que puede tener para los pulmones inhalar estas sustancias.

Gracias a los innovadores diseños de los cigarrillos electrónicos y a los atractivos aromas con base de nicotina, la popularidad del vapeo sigue creciendo, especialmente entre los más jóvenes. Por desgracia, es probable que lleve tiempo descubrir los efectos que puede tener el uso prolongado de los distintos dispositivos de vapeo y el impacto sobre los pulmones. Hasta entonces, los profesionales sanitarios pueden seguir fomentando la abstinencia, hasta que se establezcan mejores medidas políticas y de salud pública.


Compartir
LinkedIn Facebook X

Escrito por

Contáctenos

Solicitar información