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20 jun. 2024· 5 minutos de lectura

5 consejos para el tratamiento de las enfermedades pulmonares en verano

summer heat and managing lung disease
Managing the summer heat effectively is crucial for individuals with lung disease. Read on for tips on how to navigate the summer months. 

El verano es la mejor época del año para gran parte de la población. Los niños están de vacaciones, hace calor, los días son más largos, la piscina está abierta y es agradable pasar tiempo al aire libre. Sin embargo, esta época puede resultar complicada para quienes padecen enfermedades pulmonares, como asma, EPOC o fibrosis quística. Las altas temperaturas, el aumento de la humedad, las alergias estacionales y la baja calidad del aire pueden empeorar los síntomas y afectar a la calidad de vida.

Por suerte, es posible reducir estos riesgos. A continuación, presentamos algunos consejos para ayudarle a disfrutar del verano.

Primer consejo: Hidratación

El calor del verano puede provocar deshidratación, que conlleva síntomas como cansancio, mareo y confusión, y generan millones de visitas hospitalarias inesperadas cada año en los Estados Unidos.* Estos síntomas aparecen porque las vías respiratorias deben mantener una hidratación adecuada. De hecho, Marshall et al. descubrieron que beber agua es más eficaz que las soluciones salinas para rehidratarse, ya que permite restablecer la cantidad de agua necesaria en las vías respiratorias.* Cuando las vías respiratorias no cuentan con la hidratación adecuada, no pueden deshacerse de la mucosidad, lo cual puede empeorar los síntomas y la función pulmonar de quienes padecen enfermedades pulmonares, e incluso de las personas sanas.

Las vías respiratorias de las personas asmáticas, especialmente de quienes padecen broncoconstricción inducida por el ejercicio, presentan un mayor riesgo de verse afectadas por los efectos del calor y la deshidratación.

Consejos prácticos:

  • Lleve siempre una botella de agua.
  • Consuma alimentos con un contenido elevado de agua, como frutas o verduras.
  • Evite el exceso de alcohol y cafeína.
  • Rehidrátese con líquidos que contengan electrolitos en caso de sudoración excesiva.

Segundo consejo: Preste atención a la calidad del aire

Una calidad deficiente del aire, agravada por factores como los incendios forestales y la contaminación, presenta importantes riesgos para la salud pulmonar. Hace un año, en 2023, el humo de los incendios forestales de Canadá llegó hasta el este de los Estados Unidos.

A medida que se agrava el cambio climático, se prevé que los incendios forestales aumenten tanto en frecuencia como en intensidad y, como consecuencia, se elevarían los niveles de partículas presentes en el aire. El ozono troposférico y las partículas en suspensión pueden desencadenar afecciones como la EPOC y el asma y mayor cantidad de exacerbaciones.

Pero, como suele decirse, el conocimiento es poder, y, en este caso, conocer las causas de la mala calidad del aire y cómo reducir la exposición, es la mejor herramienta para protegerse. Puede conocerse la calidad del aire a través de recursos como el sitio web AirNow.Gov o aplicaciones meteorológicas con mapas interactivos que permiten a los usuarios aplicar distintos filtros, como ozono y partículas. Los purificadores de aire para el interior y las mascarillas también pueden ser útiles en el exterior si la calidad del aire es deficiente.

Consejos prácticos:

  • No salga si la calidad del aire exterior es deficiente.
  • Utilice un purificador de aire con filtro HEPA de alta calidad en casa,* ya que, en ocasiones, la calidad del aire en el interior puede ser peor que en el exterior.*
  • Utilice una mascarilla en el exterior cuando la calidad del aire no sea adecuada. Se recomienda utilizar mascarillas N95, pero, si no es posible, incluso una mascarilla de tela será mejor que salir sin nada.*

Tercer consejo: Mantenga un ambiente fresco

Como ya hemos mencionado, las altas temperaturas y la mayor humedad favorecen la deshidratación, sobre todo al hacer ejercicio. Se ha comprobado que las olas de calor aumentan notablemente el riesgo de enfermedad y muerte de personas con enfermedades pulmonares crónicas.*

Sin embargo, hay estrategias que, junto con la hidratación, le ayudarán a combatir el calor del verano:

  • Utilice el aire acondicionado o ventiladores y dúchese o báñese con agua fría si su temperatura corporal es demasiado elevada.
  • Baje las persianas y corra las cortinas para mantener un ambiente fresco en el interior.
  • Lleve ropa ligera y transpirable.
  • Programe las actividades al aire libre durante las horas más frescas del día (por la mañana o por la tarde).

Cuarto consejo: Mantenga los síntomas de la alergia y del asma bajo control

Los alérgenos, como el polen y los contaminantes, pueden desencadenar síntomas en personas con alergias, asma y EPOC. Este es solo uno de los motivos por los que es esencial realizar un diagnóstico precoz. Puede ser interesante informarse sobre los niveles del polen a través de recursos como, por ejemplo, National Allergy Bureau™.

Si padece alergias estacionales o asma, lo ideal sería evitar la exposición a esos alérgenos; sin embargo, esto no siempre es posible. Presentamos algunos consejos para reducir la exposición a valores elevados de alérgenos al aire libre:

  • Mantenga las ventanas cerradas durante los días en los que los niveles de polen son elevados.
  • Dúchese y cámbiese de ropa después de estar al aire libre.
  • Utilice sábanas hipoalergénicas y cámbielas con regularidad.

Quinto consejo: Cumpla con su plan de tratamiento

Se ha demostrado que seguir un tratamiento adecuado tiene muchos beneficios para quienes padecen enfermedades pulmonares como la EPOC o el asma: un mejor control de las enfermedades, una disminución de las exacerbaciones y los ingresos hospitalarios y una mejor calidad de vida.*

Durante el verano, puede resultar interesante establecer un plan de tratamiento o autocuidado para ayudar a quienes padecen enfermedades pulmonares a disfrutar al máximo de este periodo del año. Estos son solo algunos consejos sobre cómo sacarle el máximo partido a su plan de tratamiento o autocuidado:

  • Lo más importante es seguir el tratamiento médico. Si no dispone de un plan de tratamiento médico, consulte con su profesional sanitario lo antes posible.
  • Consulte a su profesional sanitario y valore en el consultorio los posibles retos a los que podría tener que hacer frente durante el verano, como los que se indican en este artículo.
  • Proporcione una copia de su plan de tratamiento a sus amigos y familiares, para que puedan ayudarle si fuese necesario.

Conclusión

Aunque el verano llega con factores desencadenantes que pueden empeorar los síntomas de quienes padecen enfermedades pulmonares, tener una actitud proactiva ante estas situaciones puede ayudar a reducir los síntomas y los riesgos asociados. Si incorpora estos consejos a su rutina diaria y su plan de tratamiento y consulta con su profesional sanitario, podrá disfrutar como nunca de los meses de verano. 

Tré LaRosa
Tré LaRosa

Tré LaRosa es consultor, científico y escritor en la zona de Washington D. C. y cuenta con una amplia experiencia en investigación (básica, traslacional y clínica) y en los resultados notificados por los pacientes. Ha escrito numerosos artículos sobre neurociencia, neumología y enfermedades respiratorias, también desde el punto de vista de los pacientes. Le apasiona seguir aprendiendo, leer, escribir y pasar tiempo al aire libre y, siempre que puede, aprovecha la oportunidad para hablar sobre su Golden Retrevier, Duncan. 

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