Lo que dicen los expertos en PFP
22 feb. 2021· 12 minutos de lectura

Hay luz al final del túnel de la pandemia

Pruebas de función pulmonar en el punto de atención
La integración de las pruebas de función pulmonar en el punto de atención puede mejorar la eficiencia y la atención al paciente en el consultorio, además de suponer una nueva fuente de ingresos.

A medida que se va avanzando en el programa de vacunación contra la COVID-19 entre los profesionales sanitarios, empieza a resultar más sencillo proyectarse y evaluar cómo seguir proporcionando atención sanitaria tras la conmoción provocada por esta pandemia. Durante meses, los profesionales han ido adaptándose a los nuevos protocolos y procedimientos y no solo se preocupaban por la salud y la seguridad de sus pacientes, sino también por la suya propia. Se ha hablado mucho de la «nueva normalidad», pero la realidad es que seguimos viviendo en «modo crisis» y apenas se presta atención a las medidas sostenibles o proactivas.

Sin embargo, parece que se empieza a observar un ligero cambio. A lo largo de todo este tiempo, los profesionales sanitarios no solo han podido adaptarse a la «nueva normalidad», sino que son ellos mismos los que han empezado a crear y a dar forma a esta «nueva normalidad». La pandemia ha supuesto una oportunidad generacional para los profesionales sanitarios de todos los ámbitos, que han tenido que replantearse prácticamente todos los aspectos de su actividad diaria. Y puede que esta sea la mejor oportunidad para que las pruebas de función pulmonar demuestren cómo pueden mejorar la eficiencia, influir positivamente en la investigación sobre la salud de la población y reducir los costes generales de la atención sanitaria.

¿No es necesario disponer de un laboratorio específico para las PFP?

Al principio puede parecer complicado. Al fin y al cabo, tradicionalmente, las pruebas de función pulmonar se han realizado en centros especializados con equipos que parecían exclusivos. Es cierto que, en los primeros tiempos de las PFP (e incluso cuando se integró el microprocesador) la mayoría de los dispositivos eran de gran tamaño y difíciles de utilizar. Sin embargo, actualmente, las herramientas necesarias para realizar las PFP son económicas, resultan fáciles de utilizar y caben, literalmente, en la palma de la mano. Gracias a esta evolución, es posible introducir programas de PFP en casi cualquier punto de atención. Los centros de diagnóstico se enfrentan ahora a importantes retrasos en la programación de citas (incluso después de que se haya decidido que resulta seguro volver a abrir con normalidad). Esta situación brinda a las clínicas, los centros de atención primaria y otras instalaciones, la oportunidad de integrar estas pruebas a sus servicios, lo cual, además, permite reducir la carga para los pacientes y añade una nueva fuente de ingresos que puede mantenerse en un futuro.

Cómo empezar a realizar las PFP en el punto de atención

Una de las características más interesantes de las PFP en el punto de atención es su capacidad de adaptación. En la mayoría de casos, lo más adecuado será empezar con una espirometría básica. La espirometría es una prueba esencial para el diagnóstico de enfermedades respiratorias, que, sin embargo, suele pasarse por alto. De hecho, según la American Thoracic Society (ATS), la iniciativa global para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (GOLD), y otros grupos profesionales, no puede obtenerse un diagnóstico adecuado para algunas enfermedades, como la EPOC, sin una prueba de espirometría.* La introducción de un programa de espirometría tiene un impacto inmediato en la atención sanitaria (y, como consecuencia, también en la satisfacción de los pacientes).

Una forma ideal de introducirse en el ámbito de las pruebas de espirometría es la integración de un dispositivo EasyOne® Air de ndd en el consultorio. La línea de productos EasyOne se caracteriza por su gran fiabilidad en distintos entornos. Right2Breathe, una organización sin ánimo de lucro dedicada a sensibilizar a la población respecto a las enfermedades pulmonares crónicas, ha utilizado este dispositivo para realizar cientos de pruebas preliminares en programas de detección a gran escala que se organizan en distintos eventos automovilísticos en todo el país. Aunque en general las clínicas y centros médicos son lugares más adaptados para la realización de pruebas que los eventos automovilísticos, las funciones que caracterizan a este dispositivo lo convierten también en una herramienta perfecta para los programas de inicio. A diferencia de la mayoría de los espirómetros comercializados, el EasyOne Air no requiere una calibración diaria, gracias a su tecnología de medición por ultrasonidos TrueFlow™. Esta tecnología permite reducir significativamente la carga de trabajo del personal encargado de realizar estas pruebas. El dispositivo puede utilizarse de forma totalmente autónoma (a través de su pantalla táctil a color para la introducción y la revisión de los datos) o bien puede conectarse a un ordenador de sobremesa o portátil (a través de Bluetooth) para tener acceso a funciones adicionales como las pantallas de incentivos o de preparación. Además, el dispositivo (y el software integrado) pueden conectarse a una impresora o directamente al sistema de EMR del centro a través de estas herramientas de conectividad.

Es posible que una de las preocupaciones de los consultorios médicos respecto a la incorporación de los programas de PFP sea la necesidad de incorporar personal especializado para efectuar las pruebas. Si bien es cierto que incorporar a la plantilla a un terapeuta respiratorio o a un técnico en función pulmonar sería la opción ideal (y puede suponer una nueva oportunidad para mejorar los servicios médicos y aumentar los ingresos del centro), los consultorios pueden empezar a integrar las pruebas de espirometría en su flujo de trabajo diario con el personal habitual, especialmente con el EasyOne Air. Tras los atentados del 11 de septiembre, en el Programa de Atención Médica del World Trade Center, se utilizó una versión anterior al modelo actual para realizar las pruebas de detección a los trabajadores y voluntarios que estuvieron involucrados directamente en la respuesta a los ataques. Los técnicos que participaron en este programa fueron capaces de realizar las pruebas de la ATS con un resultado de A o B en el 80 % de los casos y solo habían recibido una pequeña formación por parte de un neumólogo y habían realizado algunas prácticas previas.*

La espirometría en el punto de atención también es fácil de integrar en el flujo de trabajo administrativo. Una vez realizada la prueba, el médico revisa y aprueba los datos (también pueden enviarse a un consultorio de neumología, según la política o las preferencias del centro). Esto permite una evaluación rápida del estado pulmonar de los pacientes y mejora la toma de decisiones durante la misma visita. Además, se elimina la necesidad de esperar a recibir los resultados de otro departamento o de reprogramar otra consulta. La introducción de las PFP no solo mejorará la calidad de la atención y la satisfacción de los pacientes, sino que generará ingresos adicionales en tan solo unas semanas (dependiendo de la cantidad de pacientes).

Por último, el EasyOne Air ha sido diseñado para ayudar a prevenir las infecciones, incluso durante la era de la COVID-19 . La tecnología de ultrasonidos también elimina la necesidad de calibración y permite el uso de boquillas «directas»; es decir, que ninguna parte del sensor está en contacto directo con el aire o los aerosoles generados por los pacientes y todos los componentes que entran en contacto con el aire exhalado son elementos de un solo uso. La limpieza del dispositivo entre pacientes es sencilla, solo es necesario utilizar toallitas desinfectantes. Los filtros víricos/bacterianos se adaptan fácilmente a las boquillas, para garantizar la seguridad tanto de los pacientes como del personal sanitario.

Llevar las pruebas de función pulmonar en el punto de atención al siguiente nivel

La espirometría no es la única prueba disponible. Aunque las mediciones de flujo siguen siendo el método de referencia para el diagnóstico de las enfermedades respiratorias, cada vez más estudios apoyan el uso de las pruebas de capacidad de difusión pulmonar (DLCO) con fines diagnósticos o para evaluar el pronóstico de una enfermedad, especialmente de quienes han superado una fase aguda de COVID-19. En un estudio reciente, publicado por la revista European Respiratory Journal, se observó que el 21 % de los pacientes que habían superado la COVID-19 presentaban problemas en la medición de intercambio de gases realizada con la prueba de DLCO hasta 100 días después de su recuperación.* Estos resultados tienen una importante repercusión en la investigación de la COVID persistente y demuestran que es necesario garantizar el acceso al tratamiento adecuado para estos pacientes.

Por lo general, el personal de la mayoría de centros de atención primaria considera que no dispone de recursos o de capacidades suficiente para realizar este tipo de pruebas. Sin embargo, aquí es donde entra en juego la tecnología moderna. La línea de productos EasyOne Pro® permite realizar más pruebas en el punto de atención sin necesidad de realizar una gran inversión en infraestructura o en formación. Si vamos al detalle, es cierto que el EasyOne Pro no cabe literalmente «en la palma del a mano», pero su tamaño es aproximadamente el de un folio (900 cm2), lo cual permite realizar las pruebas de DLCO con un equipo mucho más compacto que el pletismógrafo corporal. Además, tan solo pesa unos 8 kg, por lo que puede transportarse fácilmente de una sala a otra (o incluso entre centros), sin que suponga un gran esfuerzo.

El dispositivo EasyOne Pro comparte muchas de las ventajas de su hermano pequeño, el EasyOne Air. Cuenta con la misma tecnología de ultrasonidos TrueFlow que elimina la necesidad de calibración, presenta la misma interfaz fácil de utilizar y dispone de la misma capacidad de integración con los sistemas de EMR. La realización de la prueba de DLCO tan solo requiere unos minutos y puede integrarse en el flujo de trabajo habitual, junto con las pruebas de espirometría. Gracias a la baja carga administrativa que supone la realización de estas pruebas, el rendimiento de la inversión puede ser aún mayor, ya que la prueba de DLCO no solo es un importante indicador para la COVID persistente, sino que unos resultados alterados también pueden relacionarse con una mayor morbimortalidad en la EPOC*4, la hospitalización por EPOC*, o la mortalidad en casos de insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida.* Esta última afección puede resultar sorprendente, pero es importante recordar que el corazón y los pulmones son órganos vecinos, en todos los sentidos de la palabra, y lo que afecta a uno, suele afectar al otro, por lo que es importante tener acceso a todas las pruebas posibles.

Las pruebas de DLCO suponen también una posible fuente de ingresos adicional. Estas pruebas pueden permitir al centro recuperar la inversión en tan solo tres meses con la realización de una única serie de pruebas al día. Tampoco es necesario aumentar excesivamente la plantilla, ni profundizar en los historiales de los pacientes en busca de posibles candidatos para las pruebas. Con realizar las pruebas a un solo paciente con disnea, afecciones cardíacas o tos crónica se recupera rápidamente la inversión. Actualmente, en los EE. UU. existen unos 16 millones de personas con EPOC diagnosticada y otros 16 millones sin diagnóstico, pero con síntomas, además de los millones de personas que padecen distintos tipos de afecciones cardíacas, por lo que es extraño que acuda al centro al menos un paciente al día para someterse a estas pruebas.

El dispositivo EasyOne Pro implica determinadas tareas tecnológicas y administrativas adicionales respecto al EasyOne Air, pero, en cualquier caso, ndd tiene una amplia experiencia para conseguir que los procedimientos sean lo más sencillos posibles. Las letras «CO» de «DLCO» hacen referencia a la fórmula química del monóxido de carbono, que no es una sustancia habitual en los botiquines de los centros médicos. No obstante, el equipo de atención al cliente de ndd puede poner en contacto a los centros con los suministradores locales de gas para garantizar que el procedimiento se desarrolla sin ningún tipo de inconvenientes desde el principio. Al igual que su hermano menor, ni el EasyOne Pro ni el EasyOne Pro® LAB requieren una calibración diaria. Además, el EasyOne Pro añade a la tecnología TrueFlow, la tecnología patentada TrueCheck™ que permite validar cada una de las pruebas sin necesidad de simuladores o ningún otro tipo de control externo. Todo el mantenimiento que requieren estos dispositivos puede realizarlo una sola persona en unos diez minutos, y esto únicamente una vez al año.

Pruebas de función pulmonar para la población general

Se calcula que existen unos 5000 laboratorios de función pulmonar en todos los Estados Unidos, la mayoría de los cuales están vinculados a un hospital o se encuentran cerca de un centro médico*. Actualmente, todos los laboratorios tratan de adaptar sus servicios y hacer frente a las distintas interrupciones, a los retrasos en la programación de citas y al resto de problemas que ha originado la pandemia de la COVID-19, lo cual limita su capacidad para proporcionar servicios de diagnóstico en un plazo aceptable y les impide coordinar la atención de los pacientes, los cuidadores y los profesionales sanitarios. Incluso antes de la pandemia de la COVID-19, el número de laboratorios en los EE. UU. era insuficiente y, en muchos casos, el hecho de tener que derivar a los pacientes a otro centro distinto suponía que se perdieran para el seguimiento. A pesar de los progresos que se esperan durante este 2021, parece poco probable que estos problemas vayan a desaparecer en un futuro cercano. Este «vacío diagnóstico» supone un inicio tardío de los tratamientos, lo cual también afecta a la calidad de vida de los pacientes con distintas enfermedades cardiorrespiratorias crónicas.

Aquí es donde entran en escena los más de 100 000 centros de atención primaria del país (según el análisis del mercado realizado por IQVIA). Las soluciones de fácil uso y a precios accesibles disponibles actualmente permiten a los consultorios no especializados en neumología ofrecer a sus pacientes pruebas de función pulmonar como parte de sus servicios. Está en nuestras manos lograr que las revisiones ambulatorias sistemáticas en un futuro no solo incluyan las pruebas típicas como la presión arterial o la frecuencia cardíaca, sino también otros indicadores clave como el FEV1 o las pruebas de DLCO. La integración de las pruebas de función pulmonar no supone una gran carga económica para los centros, sobre todo si se tiene en cuenta el gran impacto que representa para los pacientes, la comunidad y el sistema sanitario general, y permite que esa luz que todos vemos al final del túnel de la COVID-19 siga brillando para todos.

Michael Hess
Michael Hess
BS, RRT, RPFT
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