Nutrición y EPOC

Quienes padecen EPOC conocen la importancia de tomar la medicación, evitar los hábitos tabáquicos y seguir las prescripciones médicas para llevar una vida lo más sana posible. Pero puede que no sepan que la alimentación puede afectar también a la respiración.

No existe un alimento que contenga todos los nutrientes, por ello, es importante llevar una alimentación variada que garantice el aporte necesario de vitaminas y minerales. Puede resultar interesante incluir una persona especializada en dietética en el equipo sanitario, a fin de ayudarle en el ámbito de la alimentación.

A continuación, explicaremos la importancia de la alimentación y qué muestran los estudios sobre cómo alimentarse cuando se padece EPOC.

¿Qué relación existe entre la alimentación y la respiración? 

El metabolismo. El metabolismo es el conjunto de procesos químicos y físicos que tienen lugar en el organismo, entre ellos, convertir los alimentos en energía y el oxígeno en dióxido de carbono.

Los hidratos de carbono liberan más dióxido de carbono que los lípidos o las proteínas y son los lípidos los que liberan una menor cantidad de CO₂.

¿Una dieta baja en hidratos de carbono para pacientes con EPOC? 

Quienes padecen EPOC presentan dificultades para expulsar el dióxido de carbono, que se acumula en el organismo; es lo que se conoce como hipercapnia. Esta concentración excesiva de dióxido de carbono afecta a la capacidad para respirar.

La ingesta de hidratos de carbono, como azúcares o almidones, aumenta la producción de dióxido de carbono. Al tener dificultades para exhalar el dióxido de carbono, se recomienda a los pacientes con EPOC que reduzcan la ingesta de hidratos de carbono y favorezcan, en su lugar, el consumo de materias grasas.

Los beneficios de las dietas bajas en hidratos de carbono y ricas en grasas se han observado en diferentes estudios.

En 1985, se comparó la función pulmonar de pacientes con EPOC y los efectos que podían tener en estos pacientes distintos tipos de dietas: con un contenido alto, moderado y bajo de hidratos de carbono. La función pulmonar de los pacientes que seguían una alimentación baja en hidratos de carbono mejoró en un 22 % tras dos semanas. En este estudio se llegó a la conclusión de que una dieta baja en hidratos de carbono y rica en grasas podría beneficiar a los pacientes con EPOC.

Más adelante, en 2003, en otro estudio se comparó a pacientes con EPOC que seguían una dieta rica en hidratos de carbono con pacientes con EPOC que añadieron a su alimentación, cada noche, dos o tres suplementos alimenticios con un alto contenido en grasas y bajos en hidratos de carbono. Tres semanas después del inicio del estudio, la función pulmonar de los pacientes que tomaban los complementos alimenticios era mejor que la de los participantes del otro grupo. En el estudio se concluyó que la función pulmonar de los pacientes con EPOC puede mejorar si se añade un suplemento alimenticio bajo en hidratos de carbono y rico en grasas, en comparación con una alimentación habitual rica en hidratos de carbono.

En otros estudios se ha observado que una dieta cetogénica también podría reducir la inflamación de los pulmones de los pacientes con EPOC. No obstante, es necesario seguir investigando acerca de la dieta cetogénica como tratamiento para la EPOC.

Rebecca Toutant, especialista en dietética y responsable del departamento de bienestar en el sistema de atención sanitaria Cambridge Health Alliance de Cambridge (Massachusetts, EE. UU.) observó que una dieta baja en hidratos de carbono podría tener beneficios para los pacientes con EPOC.

Es necesario seguir investigando para saber si una dieta cetogénica tiene beneficios a largo plazo para los pacientes con EPOC y si puede suponer una mejora para su salud.

La dieta cetogénica 

La dieta cetogénica, también conocida como dieta keto, lleva al organismo a un estado metabólico llamado cetosis. Al aumentar la ingesta de grasas y reducir la de los hidratos de carbono, el organismo deja de depender de estos últimos para producir energía. En lugar de ello, convierte la grasa en cetonas para obtener energía.

Esta dieta fue desarrollada en la década de 1920 para el tratamiento de la epilepsia. También se ha estudiado su uso para el tratamiento de algunas formas de cáncer.

La EPOC es una enfermedad inflamatoria y una de las características de la dieta cetogénica es su capacidad antiinflamatoria, por lo que podría ayudar a disminuir la inflamación de los pulmones. Aunque es necesario seguir investigando al respecto, en algunos estudios se demuestra que las dietas con un bajo contenido de hidratos de carbono podrían disminuir la probabilidad de padecer EPOC o podrían funcionar como tratamiento terapéutico para los pacientes con EPOC.

_{Fuentes de las declaraciones médicas:}

_{https://medlineplus.gov/ency/article/002257.htm}

_{https://www.lung.org/lung-health-diseases/lung-disease-lookup/copd/living-with-copd/nutrition}

_{https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK525962/}

_{https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/3933397/}

_{https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12620524/}

_{https://www.cancer.gov/publications/dictionaries/cancer-terms/def/ketogenic-diet}

_{https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34414207/}