Lo que dicen los expertos en PFP
13 abr. 2022· 4 minutos de lectura

Todo lo que necesita saber sobre el asma no controlada 

doctor talking to patient about asthma
Obtener un diagnóstico precoz e iniciar un tratamiento activo del asma es esencial para ayudar a quienes la padecen a vivir una vida sana y activa.

El asma es una enfermedad respiratoria crónica que se caracteriza por la dificultad para desplazar el aire en los pulmones y puede llegar a ser grave o mortal si no se controla. Los pacientes con asma conviven diariamente con esta enfermedad. Aunque actualmente todavía no se ha descubierto una cura para el asma, un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar el asma y ayudar a los pacientes a vivir una vida activa y sana.*

¿Qué es el asma no controlada? 

Los pacientes con asma que siguen un tratamiento adecuado suelen llevar una vida normal, con solo algunos síntomas leves de asma. Pero hay pacientes que no responden bien a algunos medicamentos, o que no siguen correctamente el tratamiento, o para quienes no se ha encontrado todavía el tratamiento adecuado. Estos pacientes padecen asma no controlada.

Según la American Lung Association, el asma no controlada puede diagnosticarse por la frecuencia de los síntomas. Por ejemplo, si un paciente tose, siente opresión en el pecho o dificultad para respirar, se despierta por la noche con síntomas de asma varias veces por semana o debe utilizar un inhalador a menudo, es posible que padezca asma no controlada.*

Consecuencias del asma no controlada 

En investigaciones recientes se ha demostrado que, cuando el asma no está controlada, los pacientes presentan un mayor riesgo de reagudizaciones, pérdida de la función pulmonar, un mayor riesgo de mortalidad y limitaciones funcionales.*

Además, también se ha demostrado que el asma no controlada está relacionada con un peor pronóstico de la COVID-19. El virus de la COVID-19 provoca insuficiencia multiorgánica, síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y daños pulmonares. El asma es una enfermedad respiratoria caracterizada por la inflamación de las vías respiratorias. Los pacientes con asma tienen una respuesta inmunitaria antiviral escasa, lo cual significa que la COVID-19 puede provocarles una reagudización del asma.*

El asma no afecta únicamente a los adultos. Se estima que unos 6 millones de niños en los Estados Unidos padecen asma.* Si no se controla el asma, los niños con esta enfermedad tienen más probabilidades de padecer obesidad, neumonía o infecciones pulmonares, de tener dificultades de aprendizaje o una menor capacidad cardiovascular.*

Aunque el asma es una enfermedad crónica no debería interferir con la vida diaria. Si esto sucede, puede consultarse con un profesional sanitario para adaptar el tratamiento y conseguir controlar el asma.

Diagnóstico precoz e intervención, puntos claves para el éxito 

Para convivir sin problemas con el asma es esencial un diagnóstico precoz y una intervención adecuada. Una vez obtenido el diagnóstico del asma, el profesional sanitario puede empezar a preparar el tratamiento. Para ello, debe empezarse por identificar los factores que desencadenan las crisis asmáticas en el paciente y evitarlos y suministrar medicamentos inhalados, como corticoesteroides. El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación de las vías respiratorias, los síntomas respiratorios y las reagudizaciones, así como mejorar la función pulmonar y la calidad de vida.

Pruebas de espirometría para el asma 

La espirometría es la prueba de referencia para el diagnóstico y el control del asma. En el programa de prevención National Asthma Education and Prevention Program se recomienda realizar una prueba de espirometría inicial a cualquier persona a partir de los cinco años de edad que podría padecer asma. *

La espirometría es, explicado de manera sencilla, una prueba pulmonar que permite medir la cantidad de aire que inhalan y exhalan los pulmones y la velocidad y la facilidad con la que llevan a cabo este proceso. Para diagnosticar el asma es probable que se lleve a cabo una prueba de espirometría pre y posbroncodilatadora, es decir, que la prueba se realiza antes y después de suministrar un broncodilatador inhalado. Los broncodilatadores ayudan a expandir las vías respiratorias y facilitan el paso del flujo aéreo por los pulmones. La prueba de espirometría después de inhalar un broncodilatador permite ver la respuesta del paciente a este medicamento.

Una vez realizadas las pruebas de espirometría iniciales, se recomienda, según el National Asthma Education and Prevention Program, que se repitan estas pruebas anualmente o cada dos años, para supervisar cualquier posible progresión de la enfermedad y mantener el mejor tratamiento posible.

Hay otras pruebas, como las mediciones de la capacidad de difusión pulmonar del monóxido de carbono (DLCO), que también pueden ayudar con el diagnóstico del asma.

Las pruebas de espirometría son totalmente indoloras y suelen realizarlas un terapeuta respiratorio o un técnico especializado en función pulmonar y su papel en el diagnóstico precoz del asma es esencial.

Haga clic aquí para acceder a más información sobre las pruebas de espirometría.

Kristina Neumeyer
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Respiratory Therapist
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